LA ”PATANA” QUE PISÓ AL PATÁN
A seguidores de Vielka Valenzuela, les parecía extraño que ”Puchunguita”, como le decían en la infancia, apelara a poses desnudas en una revista para hombres, recurso este que ella nunca ha necesitado, lo que además contradice lo que ha sido su prédica de toda la vida.
La prensa sensacionalista de México venía publicando que una sesión de fotos que ella se hizo para una revista que saldrá en julio incluiría desnudos y destapes que algunos consideraban vulgares.
Vielka lo niega, y dice que las fotos serán sexy, tipo Cabaret, donde aparecerá en corsettes, pero nada de exageraciones.
Ahora bien, el hecho de que la ”terrible” prensa mexicana del espectáculo, donde hay mucho periodismo amarrillistas que acaba con los artistas, sobredimensione y exagere los pasos deVielka, es señal de que se le concede importancia, porque esa gente no anda publicando notas de intrascendentes en un mercado tan competitivo como ese.
Aunque ella a veces se ha dejado llevar de algunas campañas sensacionalistas, alimentando la ”boca de la farándula” con sus romances y supuestas bodas, siempre le he tenido una consideración especial, y así se lo hice saber estando en México, cuando se me quejó de que en los premios Casandra siempre han ignorado su trabajo en el extranjero.
Dicho sea de paso, mi atención hacia Vielka viene desde cuando tenía 16 años, que ganó aquí el concurso Miss Teenager Dominicana, en el 1988, cuando vino a vivir al país después de haber tenido parte de su infancia en Maryland, donde se crió con su abuela.
Luego, en el l994, cuando ganó el título de Miss República Dominicana, practicamente sola, con el apoyo de su madre, fui de los pocos que sacó la cara por ella cuando un magnate que auspiciaba el concurso quiso hacer lo que siempre hacía con las ganadoras de ese certámen en esos tiempos de su “‘gloria y apogeo”
Aunque no vivían juntos, su padre que trabajaba en la antigua Cementera, y que era amigo del mío que era oficial del Ejército, me llamó para agradecer el apoyo que le había dado a su hija, en momentos difíciles para cualquier mujer joven en una situación practicamente de desamparo, con las presiones que suelen generar cuando hay alguien acostumbrado a ”jugar un billete”, y a que se lo ”paguen”, salga o no salga ”premiado”.
La determinación de Vielka le permitió salir airosa y no sucumbir ante las imposiciones, las propuestas y el manejo que se le daba al concurso en esos tiempos.
A partir de ahí se ganó nuestra consideración, por su valor y empeño de no dejarse usar ni doblegar de ningun patán.
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